¿Qué haces cuando no te permiten el acceso al club, cuando no hay otro y cuando no quieres (o no puedes) cambiar?
Muy sencillo. Dinamitas el club.
En huelga contra Dios es una novela fiera, frenética e hilarante sobre una feminista convencida que se da de bruces con una situación nueva: que no le gustan los hombres. O que le gusta una amiga. Su lesbianismo repentino la sorprende, le hace replantearse su pasado, su presente y su futuro, además de entrar en conflicto con su deriva activista. Incluso en esa época dorada del movimiento de liberación de las mujeres que fue la segunda ola del feminismo, la autora se ve obligada a justificarse una y otra vez, ante los demás y ante sí misma. Con un estilo de tremenda originalidad y un ritmo trepidante que casi obliga a leer sin respirar, Russ roza a veces el absurdo con historias de vampiros y armas de fuego capaces de hacerte reírte en alto.
Ahora que los feminismos lo impregnan todo, es curioso adentrarse en este alegato profundamente radical, audaz e insolente, que nos da una idea de por qué el activismo sigue siendo absolutamente necesario, si bien suele verse atravesado por lo que viene siendo la vida. Pero En huelga contra Dios habla también de lo que supone no encajar, de odiar a todo el mundo y de tener conversaciones imaginarias con tu psicólogo muerto, con el Hada Madrina, con partes de tu cuerpo o con el lector porque, ¿cómo vas a contárselo a tus amigos?