Lee y Fisher encarnan dos vías diferentes en la lectura del Deleuze brujo, además de ser de los primeros en explorar y valorar este aspecto de su obra. Mientras el primero lo vincula al arte y a la brujería de Austin Osman Spare, el segundo lo utiliza para la exploración de lo que llama "materialismo gótico", una interesante aleación de ficción teórica, terror y ciberpunk. Por un lado, Matt Lee se vale, simultáneamente, de los fragmentos de Deleuze sobre brujería y de la obra de Spare, para construir una metafísica práctica cuyo proceso fundamental describe como un "enchufarse a la conciencia orgiástica" y cuyo objetivo consistiría en entablar nuevas "relaciones con lo viviente". Por otro lado, Mark Fisher, explora el cruce entre las investigaciones de la cibernética, la literatura y el post-estructuralismo, aunque su materialismo gótico, nutriéndose de la experiencia suspendida entre la vida y la muerte, evita estancarse en la moda inofensiva que componen las actuales derivas en informática y cibernética, enviscadas aún en los prejuicios antropocéntricos del organismo, el imaginario, la identidad y la subj