En Haití, cuando alguien quiere contar una historia,
empieza «¿Krik?» y sus ansiosos oyentes le responden «¡Krak!». El mismo sonido que hace el silencio al
romperse bajo la pluma de Edwige Danticat para
revelar las realidades de un país que ebullen justo
bajo su supercie.
Estos cuentos son poema y testimonio del horror y
el dolor de varias generaciones de mujeres haitianas; de las que se quedaron en la isla, de las que se
fueron y de las que transitaron el largo camino de
una huida que no siempre es un fenómeno físico.
En estas turbulentas historias hay cabida para toda
la experiencia humana, para dos amantes que se
escriben cartas que nunca podrán enviarse, para un
Ícaro que sueña con un futuro mejor, para una
madre que no ve la muerte en los ojos de su bebé,
para una hija que vela a su madre en la cárcel
porque sí que ha visto la muerte en los suyos.