Este poemario pertenece a dos tradiciones de la poesía estadounidense. La primera es la que indaga en el paisaje, esa que proyecta en los grandes espacios del país un sentido de vida. Hay otra más secreta, pero igual de importante: el palimpsesto, la búsqueda de una voz propia en el texto encontrado, entre los materiales comunes. Lydia Davis y Eliot Weinberger componen sus poemas-ensayo a partir de recortes y fragmentos de textos publicados en el siglo XIX.