Beard honra lo bello, lo sagrado y lo cómico de la vida, y para las ineludibles crueldades y penas de la existencia ofrece el conocimiento de un sabioTras Los chicos de mi juventud, Beard vuelve con textos que captan el dolor y la alegría de toda experiencia humana, mostrando la cima de su talento, capaz de poner palabras a nuestros momentos más duros y negándose a parar cuando las cosas se ponen difíciles. Su escritura une la intuición y la observación para crear algo innegablemente real y honesto.Un libro tan contundente como sutil, que nos deja asombrados. Sus historias se sienten vividas, incluso vivas, como si todavía estuvieran sucediendo. Brillan con intensidad emocional, evocando los destellos de la memoria que llegan en el umbral entre la vida y la muerte, permitiendo que su obra exista más allá de las etiquetas de ficción o no ficción.