El culto del vampiro, con sus implicaciones de sexualidad violenta, ha sido constante fuente de inspiración para los cineastas desde los comienzos del cine. A lo largo de la historia, las víctimas del Conde Drácula se han estremecido de horror y placer al sentir su proximidad. Las figuras de Bela Lugosi y Christopher Lee, los dos vampiros más famosos de la historia, han pasado a la historia de los mitos cinematográficos. Pero cada generación tiene sus vampiros. El guionista y crítico de cine David Pirie, fanático admirador del género gótico en el cine y la literatura, examina en este libro los precedentes del más poderoso de los monstruos del séptimo arte, incluyendo el ?Drácula? de Bram Stoker y la historia de la Condesa Bathory, también conocida como la Condesa Sangrienta o la Condesa Drácula. Pirie describe la forma en que estos héroes y heroínas sedientos de sangre se abrieron paso en la pantalla, desde los clásicos Nosferatu y Vampyr, pasando por los vampiros Universal de los años treinta y cuarenta y las fantasías en technicolor de la Hammer, hasta las barrocas extravagancias del cine latino, el surr