La caída del Imperio Romano no supuso el fin de su rica mitología heredada de Grecia, a pesar de que así lo creyeron importantes pensadores de época renacentista como Ghiberti, Alberti o Vasari. La Edad Media, como ellos mismos la designaron, no se encargó de oscurecer su influjo ni se olvidó de los antiguos dioses paganos; la realidad, como lo demuestra este ensayo, fue mucho más compleja. Erwin Panofsky y Fritz Saxl, figuras centrales de la historia del arte del siglo XX, se proponen desentrañar los vínculos que mantuvo y preservó el Medievo con la Antigüedad y, muy especialmente, el modo en el que la tradición mitológica penetró en el arte medieval, mostrando con ello uno de los capítulos más fascinantes y desconocidos de la historia del arte occidental.