“Me llamo Abigail Hobbs. Tengo catorce años. Vivo con mis padres en Salem Village. He tenido una infancia feliz, nada me inquietaba. Sí, ni la menor nube en el horizonte. Y después llegó ese día fatídico. Fue el año pasado. Lo recuerdo con precisión… El día en que empezó todo…” Así comienza Mujeres de Salem, una emocionante y aterradora inmersión en el estrecho y opresivo universo de una colonia puritana en Nueva Inglaterra en el siglo XVII. Un pueblo cuyo nombre seguirá siendo infame por los juicios de las “brujas”, el oscurantismo y el fanatismo religioso.