En Arde, Sara Prida Vega camina descalza, alejándose de las huellas zoomórficas de su primer poemario, Aullido animal, para invocar, a través de versos incandescentes, las brasas de un fuego libertario. Poemas para encender la hoguera que comienzan dando voz a la muerte y los antepasados, enraízan con la crítica al mito del amor romántico y terminan buscando carbonizar esta realidad aburguesada, haciendo que nos liberemos de las ataduras de lo corriente, que dancemos entre las llamas lamiendo su calidez y dejando que nos incendien. «Un libro con el grito de la luz al rojo vivo que supone, no cabe duda, una purificación y una transformación interior, a todos los niveles, para la brillante POETA, llámala Sara, que, despojándose de todos sus ropajes, despojándose hasta de la piel, lo ha escrito para todos y cada uno de nosotros, sus afortunados lectores, desde la lucidez, el espanto, la dignidad de la conciencia y la ternura utópica de una memoria, la suya, también la mía, en carne viva».