La escritura de Elisa Coll recurre a la investigación y las vísceras para proponernos una aproximación a la vez personal y política a la bisexualidad como identidad en constante disidencia, más allá del deseo y en abierta resistencia a la violencia estructural. La bisexualidad se transforma así en punto de encuentro, en un lugar de celebración, en un espacio habitable.