«Parece mentira, pero soy su mujer». Han pasado muchos años desde que Dios la eligió para casarse: una chica de diecisiete años que renuncia a la vida terrenal porque entiende que Dios la está salvando. El libro que escribe en secreto, sin embargo, es el testimonio de su insurrección.
La mujer de Dios es un libro brillante, divertido e inquietante. A medio camino entre la comedia romántica y el tratado filosófico. La historia es una alegoría, una meditación sobre cuestiones de poder, dominación, verdad y creencia, y sobre todo del poder de la literatura para crear un espacio de juego imaginativo y de libertad, evitando respuestas simples. ¿Quién puede contar la historia y por qué? ¿Y qué le debemos al Otro en la construcción de nuestra propia narración?