El mundo mapuche rompió hace tiempo los límites territoriales y sociales donde pretendía confinarlos el Estado de Chile. Cuando miles de jóvenes blancos ondean la bandera mapuche en octubre de 2019 en toda la geografía chilena, en particular en Santiago, nos están diciendo que reconocen la autoridad moral y política de todo un pueblo que, con su resistencia, le ha marcado un camino de dignidad y autonomía a todas las que necesitan acuerparse con otras personas para resistir las opresiones.